sábado, 13 de diciembre de 2008

LA VIDA INÚTIL DE UNA GENERACIÓN DE ESTADUNIDENSES, ES DESCRITA POR SCOTT FITZGERALD EN 'HERMOSOS Y MALDITOS'

Por Norma L. Vázquez Alanís
Vidas inútiles, vacías, improductivas, cifradas sólo en la espera de recibir una cuantiosa herencia o de conservar la juventud y belleza para prolongar la esperanza de un nuevo tipo de realidad más placentera, protagonizan la novela 'Hermosos y Malditos', del escritor estadounidense Scott Fitzgerald..

Una adaptación de esta obra comenzará a rodarse en abril de 2009 bajo la dirección de Nick Cassavetes, según publicó el diario británico 'The Independent' a fines de noviembre pasado. Y es que el texto de Fitzgerald, que data de 1922, sigue siendo actual por la pérdida de valores de una juventud globalizada e individualista.
'Hermosos y Malditos' retrata la parte de la sociedad estadounidense dedicada al ocio, a las fiestas, al disfrute de la vida fácil y sin preocupaciones, para la cual la palabra "trabajo" sólo representa una actividad que deben realizar quienes carecen de una fortuna.
Situada en la primera década del siglo XX, antes de la Primera Guerra Mundial, la trama de esta novela de 526 páginas -publicada recientemente en edición de bolsillo por la casa Random House Mondadori- presenta a una juventud urbana sin más quehacer que gozar de la renta mensual cobrada gracias a la riqueza acumulada por sus ancestros.
Fitzgerald muestra a una generación egoísta, cuyo único objetivo es divertirse hasta la saciedad mientras duren la juventud y la belleza, sin conciencia social, carente de formación intelectual, que cree que "la inteligencia es poco más que un doble decímetro con que medir los infinitos logros de las circunstancias", y desprovista de una visión a futuro sobre su propia existencia.
Quizá porque Scott Fitzgerald fue el autor más típico de la llamada Generación Perdida -junto con William Faulkner, Ernest Hemingway y John Dos Passos- y quien la definió como aquella que había encontrado "todos los dioses muertos, las guerras combatidas y la fe en el hombre destruida", algunos de sus biógrafos consideran que 'Hermosos y malditos' es el relato de su infortunado matrimonio con Zelda Sayre.
Los personajes centrales de la narración, Anthony y Gloria, ni siquiera son capaces de mantener una relación de pareja, porque cada uno está inmerso en su propio ritmo de malgastar su juventud, de saciarse de frenesí, de pensar sólo en sí mismo.
Anthony, único heredero de su multimillonario abuelo Adam Patch, joven universitario que se dedica al holgazaneo aguardando convertirse en potentado, conoce a Gloria, la muchacha más hermosa y codiciada entre la sociedad neoyorquina de la primera decena del siglo XX, que vive para su belleza y sus caprichos, considerando que "las críticas son una especie de homenaje de los envidiosos".
Después de algunos meses de noviazgo, que se consumen en una fiesta interminable -no en vano Fitzgerald es uno de los escritores más citados por su colega Hemingway en su novela 'París era una fiesta'- en la cual todo es la euforia y la falsa alegría que les proporciona el alcohol, los dos muchachos deciden unir sus vidas con la certidumbre de que de un momento a otro podrán disponer de dinero suficiente para mantenerse hasta el fin de sus días, sin ninguna preocupación.
El matrimonio de Anthony y Gloria se desmorona rápidamente por el individualismo de ambos, así como el despilfarro de su mesada en parrandas y viajes de veraneo, sin que el viejo Patch por fin se muera.
El paso del tiempo provoca una creciente intolerancia de ella hacia los amigos de él -en un tiempo compañeros comunes de juerga- y hace más severa la oposición rotunda de Anthony para que Gloria se convierta en actriz de cine -a través de un viejo pretendiente de ella–, factores que ahondan la distancia entre los cónyuges.
El llamado para que Anthony ingrese a las filas del ejército estadounidense en guerra significará la destrucción definitiva de su unión con Gloria, pues a pesar de que la distancia enciende el amor de ella; él se enreda con una joven para la cual representa su última oportunidad de tener una pareja estable.
En el inicio de la novela el texto es demasiado descriptivo, como si se trata de un guión cinematográfico para una producción de Hollywood -como las que se hicieron de sus obras 'A este lado del paraíso' (que aquí se tradujo como "Al este del paraíso") dirigida por Elia Kazan, y 'El Gran Gatsby', cuya dirección corrió a cargo de Jack Clayton-.
La narración en esa parte es de transcurrir demasiado lento a veces, y otras con cambio repentino de escenas, pero que en algunas partes resulta tedioso y repetitivo.
Lo rescatable de esta larguísima parte es Richard Caramel, un joven compañero de Anthony en la universidad, cuya vocación por las letras lo lleva a convertirse en un exitoso y rico escritor, que con los años se dedica a escribir "por encargo" textos narrativos y guiones para cine, y pierde su frescura expresiva.
El lector intuitivo o conocedor reparará en que se trata del propio Fitzgerald, quien -después de que su esposa Zelda manifestara los primeros signos de su enfermedad mental y su ingreso monetario se redujera considerablemente- escribió para revistas e hizo guiones en Hollywood.
A la mitad de la novela comienza para el lector lo interesante de la historia de esta pareja, cuya relación es destructiva, pero dependiente; además revela el hastío que deja una existencia vacía, sin un proyecto de vida, ni perspectiva hacia el porvenir.
Conforme la trama se acerca al final, Anthony manifiesta su adicción al alcohol y Gloria su desolación por la pérdida de su lozanía juvenil; ambos tienen ya los estragos de los excesos.
'Hermosos y Malditos' es el retrato de una pareja en la que al sueño le sigue el desencanto, pero se agradece al autor un final inesperado, que deja abierta la posibilidad para que el lector haga sus propias conjeturas sobre lo cruel que puede ser el destino cuando el dinero se convierte en una obsesión y éste se acaba.
POST SCRIPTUM.- El 21 de diciembre de 1940, alcoholizado y exhausto, el escritor Francis Scott Fitzgerald muere frente a la máquina de escribir.
La "generación perdida", cuyas novelas, amargas y profundamente impresionistas, atacan la hipocresía y el materialismo de Estados Unidos entre las dos guerras mundiales, tuvieron una honda influencia en varias generaciones de escritores tanto europeos como estadounidenses.

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