El Arzobispo Rafael Romo condena y castiga a Sacerdote en Playas de Rosarito, por “desobediente”

PLAYAS DE ROSARITO.– Emulando a Calígula, III emperador romano, el Arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz suspendió en sus funciones parroquiales al Sacerdote Raymundo Figueroa Pérez, quien tenía a su cargo la Parroquia del Santísimo Sacramento, ubicada en la colonia Constitución de este municipio.

El “grave pecado” cometido por dicho Párroco, por el que se ganó la condena fulminante de su sacrosanto superior, fue haber oficiado Misa el Domingo 3 de Mayo, justo cuando el gobierno federal ordenó el cierre de templos como medida precautoria para evitar contagios de influenza.
El fariseico Romo Muñoz, que le encanta aparecer en las páginas de sociales, o en notas políticas, con toda la ostentación posible; no se tomó la molestia de investigar las circunstancias y condiciones en que ocurrieron los hechos antes de dictar sentencia condenatoria.
De haberlo hecho, hubiera comprobado que en la Parroquia del Santo Niño de Atocha, a cargo de su “consentido Padre Ezequiel”, también se había celebrado Misa el día de la Fecha.
Sin embargo, en este caso, la “absolución” funcionó en automático. Claro, este párroco es incondicional de Su Señoría Jerárquica. Puede hacer lo que se le dé la gana. Inclusive oficiar Misas con aliento alcohólico y otras lindezas conocidas por lo feligreses que por necesidad lo soportan aunque no haga nada en bien de la comunidad. Total, está bien parado con el patrón.

La verdad de los hechos es, que, el Padre Raymundo Figueroa Pérez, desde su llegada a Rosarito, hace casi dos años; se dedicó a encender la Fe Cristiana tanto en niños, jóvenes, y adultos, convirtiéndolos en misioneros evangelizadores de la doctrina que Jesucristo legó al mundo, empezando por sus propias personas, familias, y vecinos; lo que le ganó el aprecio y afecto de la comunidad.
Por si fuera poco, dignificó honrosamente el templo, con el apoyo total de sus feligreses, edificando una construcción hermosa, sobria, y reconfortante, donde se siente la presencia de Dios en todo su esplendor.
Además reactivó media docena de capillas en colonias aledañas, que hasta antes de su llegada, se encontraban semiabandonadas.

Con su trabajo, dedicación y servicio, incrementó en miles la feligresía asistente a esta Parroquia. Muchos de ellos venían desde ciudades californianas para escuchar sus Homilías.
Cerca de mil quinientos niños y niñas eran atendidos en la enseñanza del catecismo, además de los que forman el Coro Infantil.
Decenas de matrimonios disfuncionales, retomaron el camino de la fe y el amor cristiano bajo la guía del Padre Raymundo.
De igual forma, jóvenes y adultos desorientados y a la deriva por múltiples causas o razones, encontraron el camino de la Fe y la Esperanza, al amparo protector del Padre Ray, reintegrándose positivamente con sus familias.
Son incontables los testimonios de gratitud y reconocimiento que los fieles de la Parroquia del Santísimo Sacramento pueden comprobar a favor del Padre Raymundo Figueroa, señalándolo como un guía espiritual excepcional.

Por eso, en cuanto se enteraron de la infamia cometida por el Arzobispado en su contra, los fieles acudieron a tratar de entrevistarse con Rafael Romo Muñoz, en busca de clemencia y perdón para el Padre Ray; pero se encontraron con el desprecio humillante a sus súplicas.
La respuesta fue contundente y tajante. La condena del Santo Inquisidor era irrevocable. Además, la agenda del Fariseo Ejecutor estaba ocupada en sus eventos políticos y sociales, en los que recibe alabanzas a su exuberante ostentación…en el nombre del Señor.