domingo, 29 de agosto de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Los “abogados”
Por Gilberto Lavenánt

Muchos políticos o funcionarios públicos, quisieran que le diéramos “carpetazo” al “Caso Leyzaola”, pero la verdad es que a partir de la figura y actos del controvertido Secretario –aún- de Seguridad Pública Municipal, Julián Leyzaola Pérez, surgen los actos o posturas de políticos que sospechosamente lo protegen, como si se tratase de su hijastro, cómplice o socio, que, la verdad, no se pueden dejar de observar y comentar. No se pueden soslayar, de manera alguna. Un siquiera ante tales “abogados”.

Hecha esta observación, veamos pues otro aspecto del “Caso Leyzaola”. Es el relativo a la actitud asumida tanto por el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, así como por el Alcalde de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, cuando los cuestionan respecto a la recomendación de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California, a cargo del Lic. Heriberto García García, en la que se señala al jefe policiaco de inhumano y torturador y en base a lo cual se recomienda su remoción. Quizás ambos funcionarios no entienden el signficado de la palabra :”remoción”. Nos permitimos traducírselas : ¡Que lo corran!

Resulta extraordinariamente sospechoso, que tanto el Alcalde como el Gobernador, se hayan convertido en los “abogados” del citado jefe policiaco. De entrada, al conocer la recomendación de la Procuraduria de Derechos Humanos, Ramos Hernández la desdeñó y presumió que era originada por cuestiones políticas. Incluso se mencionó que los autores de la misma eran allegados al exAlcalde Jorge Hank, que andaban promocionando a Javier Algorri, para que volviese a ocupar dicho cargo.

Ramos Hernández, no reconoció validez a ninguno de los puntos señalados en la recomendación en contra de Leyzaola y varios de sus colaboradores. No lo separó del cargo, como comúnmente lo hace respecto de un policía común y corriente, y además dijo que le otorgará asesoría jurídica al jefe policiaco, para que se defienda de las acusaciones, cuando que a los policías de a pie, los deja en el desamparo. Igual que a las familias de estos.

El autor de Palco de Prensa ha tenido a la vista el escrito de recomendación de la Procuraduria de Derechos Humanos, el cual consta de 60 hojas, en el que se hace un resúmen –si, efectivamente, solo un resúmen- de las invstigaciones en torno a las torturas que Leyzaola y sus verdugos infligieron a los detenidos, para que confesaran ser los llamados “matapolicias”. Aunque solos los turnaron bajo el cargo de portación de armas, sin exhibir tales, por lo que finalmente un juez federal resolvió dejarlos en libertad. Ni de broma se puede decir que este expediente se manejó por intereses políticos y con la obvia intención de “recomendar”a Leyzaola, para que no lo contrate el Alcalde electo Carlos Bustamante Anchondo, o para beneficiar a la gente de Hank.

Y el Gobernador Osuna Millán, trae la misma “línea”. Apenas le preguntan los periodistas sobre Leyzaola y de inmediato se agarra contando las “virtudes”del jefe policiaco. Cuando se le cuestiona sobre la acusación por torturas, hace como que no escucha y mejor se escabulle. Si se le pregunta su opinión sobre el futuro de Leyzaola, en caso de que Bustamante Anchondo no lo deje en la Secretaria de Seguridad Pública Municipal, pues de inmediato indica que se lo llevará a la estatal. En síntesis, sin rubor alguno, Osuna Millán manifiesta un respaldo absoluto a favor del aún jefe policiaco. Ya lo “blindó”.

Resulta sumamente sospechoso, que tanto el Alcalde Ramos Hernández, como el Gobernador Osuna Millán, protejan abiertamente a Leyzaola, desestimen la recomendación de la Procuraduría de los Derechos Humanos y obviamente la denuncia de los afectados, que contrario a lo dicho por el Secretario de Seguridad Pública en su momento, no fueron encontrados responsables de ser los “matapolicias”y si en cambio se acreditó que fueron torturados y se violaron sus derechos humanos durante su detención que se prolongó durante más de 12 horas.

En este aspecto, la coincidencia entre Ramos Hernández y Osuna Millán, es la soberbia, considerada religiosamente como uno de los pecados capitales, consistente en la creencia de que todo lo que uno hace o dice es superior, y que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás. Los soberbios, ven inferiores a quienes les rodean y desestiman las opiniones de estos.

Siendo pues los “abogados ” de Leyzaola, ya lo juzgaron y lo absolvieron de las acusaciones que pesan en su contra. Asumiendo funciones que no les corresponden. Sin una investigación detallada. Sin esperar a que sea un juez el que resuelva este asunto. Todo ello resulta sumamente sospechoso.

Mientras tanto, el expediente acusatorio ya anda circulando en el mundo oficial, Pronto estará en manos de organismos nacionales e incluso internacionales, sobre derechos humanos. Esperemos el resultado que surja en cada instancia y la actitud que asumirán tanto el Alcalde Ramos Hernández, como el Gobernador Osuna Millán. Esperemos a ver si entonces persiste su soberbia. Si entonces siguen actuando como “abogados” de Leyzaola. Porque entonces quizás ellos tendrán que contratar a sus propios abogados. Ya veremos.


gil_lavenant@hotmail.com

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