sábado, 12 de febrero de 2011

La Presidencia es responsable

Por Teresa Gurza
No tengo dudas sobre la responsabilidad, directa o indirecta, de la presidencia de la República en el despido de la periodista Carmen Aristegui.
Fue directa, si Calderón se quejó ante alguno de sus colaboradores de los
“ataques” que en su opinión, hizo la destacada colega.

No sería raro, porque es conocida su irritabilidad ante cualquier
cuestionamiento; y según testigos, con frecuencia llega a la ira.

También se sabe de su desconfianza ante quienes lo rodean; que salió a la luz en

la carta que le dirigió Carlos Castillo Peraza, poco después de que el hoy
presidente del México asumiera la dirección del PAN.

Fue indirecta, si obedeció a que algún barbero quiso ser más papista que el Papa

y sin su consentimiento habló con los directivos de MVS.

Varios empleados de este gobierno han mostrado ser dóciles hasta la abyección
para no perder sus cargos; y habladores hasta decir basta, si son cesados.

Lo digo por experiencia, porque durante meses pedí explicaciones a Notimex sobre

la no publicación de un artículo que escribí en Febrero del 2007 cuestionando al
presidente Felipe Calderón, por no cumplir la ley que convirtió a Notimex en
agencia del Estado Mexicano.

Me respondió el director editorial Gamal Durán, advirtiendo que había
instrucciones “de lo alto” de no tocar el tema; por lo que mandé un mail al
Presidente, informando lo sucedido.

Uno de sus secretarios me contestó que Calderón lo había comisionado para
investigar mi preocupación; agregando la importancia de la opinión ciudadana,
bla, bla, bla.

Pero el 23 de marzo del 2007, una reportera de Milenio entrevistó a Juan María
Naveja de Anda, subsecretario de subsecretario de Normatividad en Medios de
Gobernación, quien pretendiendo que la censura se redujera a asunto económico,
argumentó que no publicaron mi artículo porque Notimex no me pagaba salario.

Omitió decir que me habían pedido no cobrar por un tiempo, "porque el congreso
no había autorizado aumento en el presupuesto".

No les creí; y como supuse que lo que querían era deshacerse de mí, decidí que
debían hacerlo de frente y sin mentiras; y seguí enviando mis colaboraciones…

Notimex las siguió publicando, hasta que a los pocos meses recibí una carta del
subdirector Alfonso Millares, informándome que las debía suspender
"temporalmente", ya que quitarían a todos los articulistas para reestructurar la

sección.

Algo hizo mal Millares, porque poco después lo despidieron.

Con eso se le aflojó la lengua, y en diciembre del 2009 confesó a la revista
Etcétera:

"El año pasado (...), el director de Notimex Sergio Uzeta, me ordenó suspender a

todos los editorialistas (...). Una de las razones fue porque Teresa Gurza, que
es una periodista muy aguerrida, mandaba colaboraciones que le pegaban al
Presidente o que le pegaban al Gobierno Federal, y era la más incómoda (...). Y
para que no se viera que solamente era ella la que se iba, me pidieron que
despidiera a todos y los tuve que despedir a todos a través de una carta".

O sea que fui cesada por "pegarle al Presidente"; por opinar sobre su gobierno.

Había opinado sin problemas de presidentes priistas y de Fox; malos sí, pero que

nunca se sintieron presidentes del empleo, benefactores de la humanidad,
inventores de la transparencia, promotores del bien común, o paradigmas del
respeto a la libertad de expresión, como Calderón.

Por todo esto, pienso que sí existe responsabilidad de la presidencia en el
despido de Carmen.

Y me dan lástima los responsables de pretender suprimir del radio la voz y las
ideas de una periodista íntegra y valiente, porque les salió el tiro por la
culata; y los “rumores” del alcoholismo presidencial han sido precisamente por
ese motivo, mucho más divulgados.

Es de pena ajena la vergonzante “aclaración” del secretario Gil Zuarth, sobre
que su jefe es un hombre, activo, cumplido y que no para en todo el día; porque
no tomó el toro por los cuernos y nada dijo de si hace todo eso, achispado o en
sus cinco.

Y de risa la declaración de la vocera asegurando que la Presidencia nada tuvo
que ver con todo este asunto; y “que sólo fue notificada por MVS Radio de la
salida de Carmen Aristegui”.

¿Porqué esa empresa debe informar a la Presidencia el despido de una
colaboradora?.

Querer evitarle a Calderón críticas será imposible si continúa cometiendo
errores de gobierno, o frivolidades para las que está ya grandecito como el
disfrazarse de lo que sea; o chistecitos como subirse a un caza F5 y 'ordenar
disparar'.

Le ayudaría más copiar el programa televisivo “no te lo pongas”, con alguien que

le dijera “no lo hagas…”

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