miércoles, 21 de septiembre de 2011

Palco de Prensa: El “supergobernador”

Por Gilberto Lavenant
Luego de superar el asombro causado por el “espectáculo”, proyectado en vivo a través del canal televisivo oficial, el de la serie de acusaciones del General Alfonso Duarte Mújica, Comandante de la Segunda Región Militar, en contra de Cuauhtémoc Cardona Benavides, Secretario General de Gobierno, ante el propio Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, han empezado a surgir preocupaciones por la transgresión militar respecto a la autoridad civil. Sobre todo, la altanería del militar.
Para el diputado local, Fausto Zarate Zepeda, Duarte Múgica está convertido en el “super gobernador”, Osuna Millán en el Gobernador, a secas, y Cardona en el “gobernadorcito”.



El militar olvidó las formas y actuó como jefe político de Baja California. Se olvidó que efectivamente se le ha permitido ser el responsable de la coordinación de las labores de seguridad pública en la entidad. Pero no entiende que nadie le ha dado facultades de mando sobre la autoridad civil.



Fue grosero el trato agresivo que Duarte le dió al funcionario estatal, independientemente de que los calificativos que le endilgó, quizás fueron acertados o apropiados. Sin embargo, debió ajustarse al protocolo que rige las relaciones entre autoridades militares y civiles.



Era tan sencillo que, mediante escrito, le hiciera saber al Gobernador las fallas o excesos en que había incurrido su colaborador. Pero a grito abierto le “jaloneó las orejas” a Cardona Benavides y este se mostró sumiso, como “chamaco regañado”, cual si fuese subalterno del Comandante militar.



Aún se recuerda el incidente que Duarte protagonizó con la diputada local Claudia Agatón, cuando en un retén, en la carretera Tecate-Ensenada, le detectó poco más de 100 mil pesos, le dió trato de presunta sospechosa y cuando se le indicó que tenía fuero, le espetó que ahí no valía el foro.



Ahora resulta que solamente al Gobernador le guarda respeto. Ni tanto, si fue capaz de gritonearle públicamente a su auxiliar, que ejerce funciones de jefe del ejecutivo estatal, en ausencias del titular. Si lo respetara, otra hubiese sido su comportamiento. Sin insolencias.



De pronto, Duarte se olvidó de los principios y objetivos de la coordinación de autoridades sobre acciones de combate a la inseguridad pública. Tajante le dijo a Osuna Millán que ya había dado instrucciones para que no se permitiera el acceso y participación de Cardona, en ningún operativo. Ademas de acusarlo de grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo.



Pero resulta que la propia autoridad civil, dá lugar a que el militar le falte al respeto en tales términos, pues en lugar de exigirle cordialidad y respeto en los señalamientos y reclamos, le piden discúlpas públicamente y aparentan no darle importancia al incidente, como si se tratase de un simple berrinche.



Sin embargo, como retando al militar, y también sin tomar en cuenta que eso le pudiese ocasionar a Duarte Mújica un coraje mayor, el Gobernador dá un espaldarazo a Cardona. Aberrante, incongruente, absurdo, irónico.



En el boletín de prensa, oficial, que fue leído personalmente por Osuna Millán ante los periodistas, califica de molestia el enojo del General, anuncia haber ordenado al Secretario General de Gobierno, aceptar los errores cometidos y que se ofrezca disculpa pública al ejército. ¿Y lo de grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo ? ¿A eso el Gobernador llama errores ?



Cual si hubiese sido una simple diferencia, entre Cardona y Duarte, Osuna Millón dice que “…Las diferencias surgidas no son asuntos personales, porque si bien es cierto que obedecen a errores cometidos por personas, quiero dejar claro que este tema y todo lo que tenga que ver con el Gobierno, son temas institucionales, porque las personas actúan embestidas en el cargo que ocupan”.



Haciendo la traducción correspondiente, para Osuna Millán, el reclamo de Duarte, no fue un asunto personal, sino institucional, como institucional lo fue el comprtamiento indebido –Duarte le llama grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo- de Cardona, pues según Osuna Millán, Cardona no actuó a título personal, sino con el carácter de Secretario General de Gobierno. Por eso estamos como estamos.



Para rematar, en el punto 3 de la presunta aclaración, Osuna Millán señala : “…Respecto a cuestionamientos que han surgido sobre la permanencia o no del Secretario General en su cargo, les informo que será mantenido en esa posición. Mientras ocupe esa responsabilidad, goza de la confianza y apoyo del Gobernador del Estado. En lo que a la coordinación en materia de seguridad pública se refiere, deseo comentar a la ciudadanía que esta no solo se mantiene, sino que se reforzará porque es precisamente la coordinación la mejor muestra de los resultados obtenidos en la seguridad pública de los ciudadanos y eso está por encima de cualquier molestia o enfado”.



Se supone que lo que Osuna Millan trató de decir a Duarte, es que el Gobernador es él, o sea el propio Osuna Millán, y que Cardona seguirá siendo Secretario General de Gobierno y será el responsable, por parte del Gobierno Estatal, del tema de seguridad pública, aunque no le moleste o enfade al Comandante de la Segunda Región Militar y este insista en acusar a Cardona de grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo. Está claro. Clarísimo.



Magnífico ejemplo de “civilidad”. Falta ver si Duarte se somete, si efectivamente respeta al Gobernador, o se emberrincha de nuevo e insiste en presumir que es “supergobernador”. Como también falta ver si Cardona, después de la exhibida, no solo regional, sino nacional, demuestra que no es grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo, como lo acusó el militar.





gil_lavenants@hotmail.com

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