viernes, 14 de octubre de 2011

Palco de Prensa: El desconcierto

Por Gilberto Lavenant
Cuando parecía que los priístas ya estaban listos para arrancar la contienda presidencial, con un precandidato con una enorme ventaja sobre cualesquier otro aspirante, de cualesquiera de los demás partidos políticos, surgen hechos, declaraciones y posicionamientos, que generan un desoncierto enorme.
Apenas el sábado 8 de octubre, con un abrazo de los dos hombres fuertes del priísmo, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, precisamente en la instalación del Consejo Político Nacional del PRI, parecía que ya no cabrían dudas, suspicacias o malentendidos.



Sin embargo, no han tenido que pasar muchos días, para que surjan situaciones que evidencian que las cosas no están muy laras en el priísmo. Que indican que sus dos hombres fuertes, todavía no están del todo de acuerdo.



Sobre todo , cuando ya desde una semana antes de ese efusivo abrazo, en una extensa entrevista con el periódico capitalino Reforma, Beltrones establece una frase, que bien podría ser un slogan de su precampaña hacia la candidatura priísta : “Yo lo haría diferente”.



La entrevista, se publica de manera especial en un suplemento de Reforma, denominado “enfoque”, que lleva por lema : “información, reflexión y cultura política”, en la edición del 2 de octubre del 2011, en cuya portada aparecen precisamente, Beltrones y Peña Nieto, de frente, semisentados en un banco de madera, cada uno por separado y con fondo rojo.



Pero si eso fuese poco, y ante la aparente rivalidad entre Peña Nieto y Beltrones, el pasado miércoles 12 de octubre, en entrevista radiofónica con el periodista Pedro Ferriz de Cons, aunque Beltrones ya no repitió su frase aquella de “yo lo haría mejor”, a pregunta concreta del periodista, estableció, o al menos así se proyectó, que es mejor precandidato que Peña Nieto.



Seguramente que muchos priístas hubiesen querido tener a un intérprete a la mano, que les explicara el sentido de las declaraciones de Beltrones o que les precisara si es que había señales ocultas en ellas o alguna tendencia o intención.



La entrevista radiofónica, fue llevada a los medios impresos y hasta el momento, el declarante no ha hecho aclaración alguna, lo que significa que si fue cierto que dijo, lo que dicen que dijo.

En el primer párrafo, la nota periodística indica que : “El aspirante presidencial priísta, Manlio Fabio Beltrones dijo que es mejor que Enrique Peña Nieto porque tiene experiencia y la posibilidad de convocar a los mejores de este país para hacer gobierno, al señalar que los dos llegan a la contienda en igualdad de condiciones, pues ambos son consejeros políticos y tienen el interés de participar”.



En el segundo párrafo se observa que Beltrones dejó en claro que no tiene diferencias con el exgobernador del Estado de México y que mantienen una buena relación, pero que subrayó : “Yo sería no nada más un buen presidente, sino estoy convencido que con una oferta sumamente clara de compromisos con el país, también podría ser el gran candidato que se necesita para ganar”.



Dicen que, prácticamente a boca jarro, Ferriz de Con le preguntó a Beltrones : -¿En qué eres mejor que Peña ? y el político respondió : “Creo que yo puedo poner por enfrente mi experiencia, mi forma de ver las cosas a largo plazo y, sobre todo, que tengo la mejor de las posibilidades de convocar a los mejores de este país para hacer gobierno”.



Quizá al reflexionar, luego de la entrevista con Pedro, y al reconocer que se le había pasado la mano, dicen que en otra entrevista, pero ahora con el periodista y analista político Oscar Mario Beteta, Beltrones aclaró que él y Peña Nieto no son adversarios, mucho menos enemigos, sino dos militantes de un partido político preocupado porque México tiene severos problemas por la falta de crecimiento e inseguridad.



Sin embargo, lo dicho, ya está dicho. Los analistas políticos observan, y señalan, que los dos hombres fuertes del priísmo, son diferentes y que hay entre ellos formas distintas de ver la política y de practicarla.



Una de las interpretaciones que se puede dar a estas supuestas diferencias, aunado al hecho de que el priísmo nacional decidió elegir a su candidato presidencial, en una consulta abierta, es que, a valores entendidos, ambos darán la apariencia de distanciamiento o rivalidades, para calentar el ambiente, a fin de legitimar al cuasicandidato presidencial. Como para demostrar que no será imposición de nadie, sino el candidato de los priístas y de las masas populares.



Casi igualito como acostumbran los púgiles, en la presentación previa a la contienda. Se lanzan bravatas recíprocamente, casi se agreden físicamente, aunque de antemano casi se sabe quien será el ganador. Pero el público está a la expectativa, suponiendo que a la hora del pleito, se darán hasta con la cubeta. Quizás este sea el caso, aunque no deja de generar desoncierto, incluso entre los propios priístas.



gil_lavenants@hotmail.com

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