lunes, 17 de octubre de 2011

Palco de Prensa: El “legislador”

Por Gilberto Lavenant
La “comidilla” del fin de semana, lo ha sido el estado inconveniente, visiblemente, sin duda alguna, del flamante legislador del Partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi Macari, en la reunión de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados. El colmo de los colmos.

En algunos medios le refieren como “el teporocho” y le describen : desaliñado, abotagado, despeinado, incoherente, desfajado. Beatriz Paredes, diputada federal y exdirigente nacional del PRI, sentada a la izquierda, se observa en la grabación, sumamente incómoda, molesta. Seguramente ha de haber dicho : ¡trágame tierra! Ha de haber olído el tufo aguardientoso que despedía dicho sujeto.

La videograbación, presentada en el portal del periódico capitalino El Universal, así como las fotos, que ya circulan por la red y aparecen en infinidad de portales de internet, no dejan lugar a dudas. Se corrobora que este tipo de tipos, a los que de paso se les paga un alto salario, no pueden ser representantes populares. No deben serlo. Ni necesidad de hacerle la prueba del antidoping. A simple vista se detecta y resalta el extravío.

El narrador de la videograbación, en cuya parte superior aparece el texto : “Kahwagi aparece indispuesto en San Lázaro”, señala que el diputado del Partido Nueva Alianza, asombró a sus compañeros al aparecer en San Lázaro y brindar un discurso incoherente”.

“Luego de no asistir a una sola reunión –indica- en la comisión de gobernación en la cámara de diputados, en lo que va del presente año, el legislador del Partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi, llegó la noche del 12 de octubre, desfajado, con la finalidad de contribuir con su voto a que la releccion legislativa no pasara”.

“Su presencia –indica- asombró a sus compañeros legisladores, ya que lucía desaliñado, con el rostro visiblemente descompuesto y despeinado. Era palpable su dificultad, al momento de expresar sus ideas”.

En la videograbación, aparece Kahwagi, cual si estuviese en la barra de una cantina de ínfima categoría. Como si no hubiese dormido cuando menos en las últimas 24 horas. Nadie sabe cómo le hizo para llegar hasta ahí y si alguien trató de impedirlo. Si lo vieron, como es lógico que haya ocurrido, seguramente ni la lucha le hicieron para impedir que tomara un asiento en la reunión, ni tampoco para evitar que hiciera uso de la palabra. No tanto porque tenga fuero, sino porque es agresivo, prepotente.

Como cualquier teporocho, se expresó con dificultad, y de manera incoherente. “Porque es importantísimo, -dice- que se le dé voz a la ciudadanía, pero que verdaderamente sea una parte representativa de la ciudadanía. Si nosotros nos ponemos a dar voz, pues al rato le vamos a estar dando voz a grupos subversivos. Tenemos que tener cuidado que sean grupos verdaderamente representados en la sociedad, para hacer una movilización de la sociedad entera”. A su lado, Beatriz Paredes, no ocultaba su enfado y sin levantarse de su asiento, se aleja lo más posible. 

“…Hay que darle voz –agrega Kahwagi- a una ciudadanía que represente algun porcentaje del país. Si no, imagínense, cada cuanto van a venir…Y además, somos muchos más, los que queremos un México bueno, que un México retrazado,  que un México con tropiezos…pero, los hay. Y sí, tenemos que poner un tope hacia abajo, no puede ser que al rato vengan mil que no estén de acuerdo y quieran hacer una consulta. Eso es lo que a nosotros nos parece. Gracias…” Solo le falto decir la célebre frase de los briagos : ¡Salud..!

Uno de los temas de la reforma política, es precisamente aplicar el antidoping a los candidatos a puestos de elección popular y ya estando en el cargo. Seguramente muchos funcionarios públicos, entre ellos Kahwagi, no la pasarían y obligadamente se les tendría que retirar del cargo.

Si en condiciones normales, o sea sin estar bajo los visibles efectos del alcohol, o de algún psicotrópico, quizás la capacidad mental no les alcance para mucho. Ni para qué imaginar lo que son capaces de hacer en estado etílico o intoxicados. La presencia del diputado del Panal, genera muchos cuestionamientos.

¿Cuántos legisladores federales, son adictos a las bebidas alcohólicas ?

¿Cuántos legisladores federales, se presentan briagos a las reuniones de trabajo ?

¿Además de las bebidas alcohólicas, a qué otras bebidas o sustancias, son adictos, los legisladores federales ?

¿Por qué le permitieron a Kahwagi participar en esa reunión, si era visible su “estado inconveniente” ?

¿Qué sanción le aplicaron a Kahwagi, su partido el Panal, o la Legislatura Federal, por el estado bochornoso en que se presentó ?

¿Este “incidente” quedará simplemente como eso, como un incidente ?

Con esa clase de legisladores, difícil será que México supere las condiciones de crisis que afronta. Lo menos que puede decirse es que “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”. En este caso, habría que observar que la culpa es de la “comadre” Elba Esther Gordillo.

Aunque, como siempre surgen por ahí voces que tratan de minimizar todo, seguro habrá alguien que observe, que un teporocho, entre 500 legisladores federales, no es nada. Pero con uno basta para aumentar la mala fama y la desconfianza ciudadana en ellos.


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