martes, 22 de noviembre de 2011

Expediente Político: Similitudes

Por Alfredo Calva
El desistimiento del senador, Manlio Fabio Beltrones, para contender en busca de la candidatura de su partido a la presidencia de la republica, en contra de su copartidario Enrique Peña Nieto, permite ahora mostrar a los analistas políticos, el astuto juego del también coordinador de la facción del PRI en la cámara alta del Congreso de la Unión, que muestra por enésima ocasión, su elevada estatura política.


Tras el envió de un documento a la presidencia del CEN de su partido y a los medios de comunicación, en el que expone las razones por las cuales no participara en la búsqueda de la candidatura presidencial, Beltrones Rivera, acuño para sí, una imagen similar, a la que en días pasados forjo el jefe de gobierno del D.F., Marcelo Ebrard Casaubond, al declinar y ¨aceptar¨ los resultados de las encuestas en las que dieron por ganador a su oponente Andrés Manuel López Obrador, al mismo cargo, pero por parte de la izquierda mexicana.

Marcelo Ebrard, con su actitud y declinación, consolido lo que meses antes había demostrado, gran talento y oficio político, lo que, lo situó en el pódium de los triunfadores, pese a que a la vista de todos, haya sido el presunto derrotado.

Ambos personajes, con sus declinaciones, en automático le dan cohesión y coherencia a sus partidos y a los elementos que, para sus organismos políticos, representan la mejor oferta comercial para el electorado mexicano, Enrique Peña Nieto, por parte de la alianza del PRI-PVEM-PANAL, y López Obrador, por los partidos de izquierda, PRD-PT-Movimiento Ciudadano.

De igual forma, con esta acción independiente, fortalecen su presencia e imagen ante los miembros de sus Institutos políticos, convirtiéndose en los adalides que evitaron la ruptura y cisma entre los militantes y simpatizantes de cada uno de sus respectivos aspirantes, todo ello, en beneficio del futuro político electoral de sus partidos, con miras a la elección del 2012.

El resultado electoral en julio del 2012, sin importar cual candidato resulte vencedor, obviamente de López Obrador y Peña Nieto, garantiza para Beltrones y Ebrard, la unción automática para la siguiente contienda presidencial, ya que si su copartidario triunfa, ese galardón será en gran parte derivada de la acción declinatoria de ellos, y de manera automática, se convertirán en el futuro candidato a la presidencia del país.

Si fracasa, entonces, con mayor razón, dirán a sus correligionarios que, fueron seducidos por el canto de las sirenas, que no les permitió razonar y entender quien era la mejor opción para obtener el triunfo, por lo que se perdió la oportunidad de arribar a los pinos.

Beltrones y Ebrard, como en el juego de la perinola, ganan todo.

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