sábado, 26 de noviembre de 2011

Palco de Prensa: Los errores políticos

Por Gilberto Lavenant
Aunque no fue muy claro en su expresión, en tono molesto, el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, al referirse a la intentona de reformar la Ley del Servicio Civil, en perjuicio de los burócratas estatales y municipales, dijo que se cometió un error de cálculo político. Mediocre, dijo.


Con un tono enérgico, visiblemente molesto, cuentan, Osuna Millán dijo que : “…un mal cálculo político, mediocre, diría yo, ha vuelto a impedir que se concreten en el Poder Legislativo las reformas estructurales que tanta falta le hacen al país”.

Esto ocurrió el jueves 24 de noviembre, allá en Mexicali. Se trataba de un evento en el que se entregarían premios a la competitividad. Seguramente ni empresarios, ni trabajadores, ahí presentes, entendieron el mensaje del jefe del ejecutivo estatal.

No fue del todo claro, ni preciso, pero evidentemente se estaba refiriendo al conflicto con la burocracia. Curiosamente, o coincidentemente, al hacer uso de la voz el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Angel Sáizar Prado, se pronunció en contra de los burócratas que se oponen a las reformas propuestas por Osuna Millán y lamentó el espectáculo, así lo calificó, consistente en la manifestación de protesta que efectuaron ante la Legislatura Estatal.

“Atando cabos”, se deduce que Osuna Millán estaba molesto, no tanto por los reclamos de los burócratas, sino porque alguno de sus colaboradores le hizo saber que allá en Ensenada, ese mismo día, al ser cuestionado por los dirigentes de la burocracia, el Alcalde Enrique Pelayo Torres, puso al descubierto que la propuesta de reformas a la Ley de Servicio Civil, firmada por el Jefe del Ejecutivo Estatal y los Alcaldes, fue una maniobra del Gobernador.

Pelayo Torres, explicó a los líderes sindicales, que los cinco alcaldes fueron convocados por el Gobernador, lo que aceptaron pues pretendían que los apoyara económicamente para solventar los gastos de fin de año. Osuna Millán aprovechó la ocasión, les habló sobre las supuestas bondades de las pretendidas reformas y les pidió que firmaran.

Obviamente comprometidos, sin imaginar siquiera los alcances y efectos de la propuesta, firmaron. Ahora, ante los reclamos y explicaciones de la burocracia, al menos tres alcaldes ya se retractaron. Francisco Pérez Tejada Padilla, de Mexicali, Javier Urbalejo Cinco, de Tecate y Enrique Perlayo Torres, de Ensenada. Este último es quien les contó toda la trama.

Al enterarse de la maniobra del Jefe del Ejecutivo Estatal, el líder estatal de la burocracia, Ricardo Medina Fierro, advirtió que las secciones sindicales de los cinco ayuntamientos, emprenderán acciones políticas y legales en contra del Gobernador Osuna Millán.

Seguramente que esta “balconeada”, fue lo que provocó el enojo del Gobernador. Fue lo que lo motivó a señalar que : “…un mal cálculo político, mediocre, diría yo, ha vuelto a impedir que se concreten en el Poder Legislativo las reformas estructurales que tanta falta le hacen al país”.

El sábado 19 de noviembre, o sea hace una semana, comentaba aquí en Palco de Prensa, bajo el título : “Los Patrones”, que asumiendo una postura patronal, el Gobernador y los 5 alcaldes de la entidad, de manera conjunta, elaboraron un proyecto de reformas a la Ley del Servicio Civil, que es la ley laboral para los trabajadores del gobierno estatal y municipales, a su entera conveniencia.

Decía entonces que, a escondidas, sin previa consulta con la organización sindical que agrupa a los trabajadores de los gobiernos locales, suscribieron la propuesta con fecha 3 de octubre del año en curso, pero la presentaron hasta el 7 de noviembre ante la Oficialía de Partes de la Legislatura Estatal. Apuntaba que olvidaron que los tiempos cambian y que, al menos en estos momentos, los deseos del Gobernador, o de los Alcaldes, no son órdenes tajantes para los legisladores.

Observaba que la intención, supuestamente, es poner un freno al acelerado crecimiento de la burocracia, bajo el argumento de que el excesivo número de empleados, es el principal factor que ha generado la crísis financiera que afrontan los gobiernos locales.

Decía también que, interpretando las intenciones reformistas del gobernador y alcaldes, el sindicato de burócratas, es el responsable de la problemática que afrontan los gobiernos estatal y municipales, en materia financiera. Al menos eso es lo que quieren hacer creer.

Advertía que olvidan, o pretenden desconocer, que el sindicato, agrupa, representa y defiende los intereses de los empleados, pero que la contratación de más personal y por lo tanto el crecimiento de las nóminas, lo provocan los propios titulares del ejecutivo estatal y municipales.

Apuntaba que es una costumbre añeja. Que los políticos, que contienden para ocupar la gubernatura estatal, o las alcaldías, integran sus equipos de campaña con amigos, recomendados y voluntarios. Que concluida la jornada electoral, “si el voto de las mayorías les favorece”, pagan los apoyos recibidos, contratando como empleados de confianza a un gran número de colaboradores.

Que el engrosamiento de las nóminas públicas, no es una culpa sindical, sino de los políticos que suelen regalar bases laborales a sus colaboradores, y que por lo tanto resulta absurdo que ahora el Gobernador Osuna Millán, y los alcaldes, se asusten de lo que sus antecesores, e incluso quizás hasta ellos mismos, han provocado.

Tiene razón Osuna Millan, su intentona de reforma, fue un error de cálculo político. Mediocre, dijo. No calculó que en pleno proceso electoral, no es recomendable acciones de este tipo, pues tratando de descargar sus artimañas en perjuicio de los sindicalizados, “le saldrá el chirrión por el palito”, al grado de que tendrá que enfrentar situaciones incómodas, cuando los burócratas lo agobien con manifestaciones y reclamos.

gil_lavenants@hotmail.com

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