sábado, 31 de diciembre de 2011

Palco de Prensa: ¡Feliz Año Nuevo!

Por Gilberto Lavenant
¡Feliz Año Nuevo! es la expresión que tradicionalmente se escucha este día, ante amigos o enemigos, ante conocidos o desconocidos. Hoy sábado, 31 de diciembre del 2011, será la expresión más pronunciada. Aunque sea de dientes para afuera.




Hoy termina este 2011, durante el cual se generaron múltiples inquietudes, incertidumbres, desalientos, e incluso expectativas o esperanzas de posibles mejorías en este 2012, o de lamentos y tragedias, año electoral que hace recordar las difíciles condiciones en que hace casi 6 años, Felipe Calderón Hinojosa arribó a la Presidencia de la República.



Las condiciones prevalecientes, en lo económico, en lo social, e incluso en lo político, no son del todo alentadoras. Más de 53 millones de mexicanos en pobreza extrema, constituyen un drama insoslayable. Más de 50 mil muertes, derivadas de la narcoguerra, exhiben a México como un país en graves problemas.



Veamos, a grandes razgos, las condiciones prevalecientes en México. En días pasados, el Banco de México dió a conocer que la deuda externa bruta de nuestro país, asciende a más de 275 mil millones de dólares y que tan solo en el sexenio calderonista registró un incremento del 60 por ciento.



Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico, advirtieron que dadas las crisis financieras mundiales, el balance de riesgos para el crecimiento de México ha empeorado.



La Concamin, Confederación de Cámaras Industriales, observa que si en el 2011, apenas si se crearon 587 mil empleos, y el problema del desempleo aún es severo, en el 2012 se estima que se crearán tan solo 497 mil.



De acuerdo con información difundida por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, INEGI, la dimensión actual de la desocupación en México es 60 por ciento superior a la registrada al inicio de la administración del llamado “Presidente del Empleo”, lo que implica un incremento de 178 por ciento en dos sexenios gobernados por el Partido Acción Nacional.



En el tema del desempleo, hay razgos interesantes. Si bien es cierto que el 28.8 por ciento de las personas sin empleo, no completaron estudios de secundaria, 71 de cada 100 desempleados ostentan los mayores niveles de instrucción académica, lo que es sumamente grave. A estos últimos, no se les puede llamar “ninis”. Cada ciclo escolar, de todas las universidades del país, egresan cientos y miles de nuevos profesionistas que están condenados a agregarse a las estadísticas de los desocupados.



Por otra parte, mientras que en América Latina la pobreza ha estado disminuyendo, en México se sigue incrementando. A fines del pasado mes de noviembre, la Cepal, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, señaló que entre 2008 y 2010, más de 3 millones 600 mil personas se sumaron a la pobreza extrema en México, en tanto que el número de indigentes se incrementó a cerca de 4 millones.



Dicho organismo hizo hincapié en que el año pasado la pobreza en México aumentó hasta abarcar a 40 millones 838 mil personas, que representan el 36.3 % de la población mexicana. De esos, 15 millones de personas, o sea el 13.3 por ciento de la población, vivieron en indigencia o pobreza extrema.



Pero si la pobreza y el hambre, derivados del desempleo o de empleos poco remunerativos, no basta para considerar graves las condiciones en que viven los mexicanos, agreguen el factor de la inseguridad y los llamados efectos colaterales de la narcoguerra.



Una encuesta realizada en días pasados por el periódico capitalino El Universal, indica que el 48 por ciento de los encuestados, de un total de 32 mil personas, considera la falta de seguridad uno de los problemas más graves que afrontan.



En forma especial Consulta Mitofsky preguntó a los mexicanos si consideraban que al final del sexenio del Presidente Felipe Calderón, éste ganaría la guerra contra el crímen organizado y la mayoría, o sea el 44 % respondieron que las cosas seguirán igual en el 2012 e incluso un 30 por ciento estimó que los cosas empeorarán.



En noviembre pasado, un representante de la organización internacional denominada Human Rights Watch, entregó un informe al Presidente Felipe Calderón, en el que se establece que su política de seguridad ha fracasado, pues no ha logrado reducir la violencia, pero además ha generado un incremento drástico de violaciones a los derechos humanos, que difícilmente serán investigadas adecuadamente. Calderón se llamó ofendido y aparentemente indignado, reclamó que era injusto que lo compararan con Hitler.



El 25 de noviembre pasado, 23 mil personas presentaron en la Corte Penal Internacional de La Haya, una denuncia en contra de Calderón, acusándolo de haber incurrido en crímenes de guerra y de lesa humanidad. A mediados de diciembre se sumaron a dicha denuncia, destacados personajes como el poeta Javier Sicilia, coordinador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y José Narro, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Terminado su cargo, don Felipe podría ser candidato a reo.



El recuento y análisis de las condiciones prevalecientes en el país durante este 2011 que termina, acumuladas a las de los pasados 10 años, muestran un panorama dramático que los discursos políticos no reflejan en lo más mínimo.



Referirlas, no es con el ánimo de quitar o restar el optimismo a nadie en este fin de año. Por el contrario, se trata de que los mexicanos se armen de valor y del reclamo del ¡ ya basta! pasen a una exigencia firme de que las cosas realmente cambien, que los políticos dejen de ser tan mentirosos y dilapidadores, que México ya no puede soportar más sexenios de lo mismo. Digeridas las observaciones, si no hay objeción alguna, digamos ¡feliz año! Aunque solamente quede en buenos deseos.



gil_lavenants@hotmail.com

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