miércoles, 28 de diciembre de 2011

Palco de Prensa: Las diferencias

Por Gilberto Lavenant
Con frecuencia olvidamos que quienes vivimos en el continente americano, al igual que quienes viven en otras partes del mundo, vivimos en condiciones socioeconómicas sumamente diferentes. Que de esas diferencias parten y se explican sus respectivos problemas y obviamente sus perspectivas.




El día de ayer se conoció la noticia de que el salario mínimo que regirá en San Francisco, California, para el 2012, será de 10.24 dólares por cada hora de trabajo. Actualmente es de sólo 9.92 centavos.



En días pasados, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos de nuestro país, dió a conocer que el salario mínimo que regirá en nuestra zona económica, la Zona “A”, durante 2012, será de 62.33 pesos, por día, algo así como 7.79 pesos por cada hora, el equivalente a .59 centavos de dólar. El salario mínimo vigente, en este 2011, en nuestra zona económica es de solo 59.82 pesos diarios, a razón de 7.18 pesos por hora, equivalentes a .55 centavos de dólar.



Los simples números, nos enfrentan a dos realidades totalmente distintas. Los comparativos son prácticamente dramáticos. En San Francisco, actualmente pagan 9.92 dólares por cada hora de trabajo, como mínimo, el equivalente a 128.96 pesos. En Baja California, el pago por cada hora de trabajo es de sólo 7.18 pesos, equivalente a .55 centavos de dólar.



La diferencia, en dólares, allá 9.92 dólares, aquí solamente .55 centavos de dólar. En Moneda Nacional, allá 128.96 pesos, por cada hora de trabajo, aquí, apenas 7.18 pesos. Esto, hablando de ingresos mínimos para los trabajadores. Los máximos, son más groseros.



¿Por qué tanta diferencia? No se trata del idioma, de la religión, del sistema de gobierno, de la ubicación geográfica. Podría decirse que en México, hay más ricos que en Estados Unidos, menos en número, pero mucho más ricos en cuanto a potencial económico. Carlos Slim, es mexicano y ocupa los principales lugares de los más ricos del mundo.



Lamentable, los pobres de México, son mucho más pobres que los pobres de San Francisco y de toda la Unión Americana. Con salarios mínimos tan reducidos, no se puede esperar otra cosa. El columnista está plenamente convencido que los seres humanos, en cuanto a potencialidades, calidad y nivel de esfuerzo personal, son más o menos iguales en todas partes del mundo. Un trabajador mexicano, se cansa igual que un estadounidense, que un africano, que un francés. Entonces ¿Por qué a los mexicanos les pagan apenas 7.18 pesos por cada hora de trabajo y en San Francisco, California, 128.96 pesos, haciendo las equivalencias correspondientes a razón de 13.00 pesos por cada dólar ?



Lo único que podemos apuntar, es que la diferencia, más que el sistema de gobierno, es el tipo de gobernantes y el rigor de las leyes. En otras partes del mundo, hasta a los primeros mandatarios los destituyen y envían a la cárcel. El sistema político mexicano difícilmente envía a prisión a los malos gobernantes.



Los niveles de corrupción oficial en la República Mexicana, compite por los primeros lugares con las de varios países. En esto, sí que los mexicanos rompemos todos los records y nos ganamos el medallero.



En paralelo, al igual que es tan elevada la corrupción, también es elevada la impunidad. Los políticos mexicanos, son felices. Se hartan de robar y nadie les impide que sigan robando. El negocio más prospero, en el que se requiere la menor inversión y el menor esfuerzo a realizar, es la política. Los principales ricos los produce la política. Que no quepa duda.



Los ingresos mínimos, son para los pobres. Los máximos, para los políticos. Los políticos pobres, no son tales por honrados, sino por tontos, por ineptos, porque ni siquiera supieron o se atrevieron a robar. Si al menos les cortaran las manos a los políticos ladrones, seríamos un país de mancos. No los envían a prisión, porque faltarían cárceles. Ha de ser por eso.



La Constitución General de la República Mexicana, señala en el Artículo 123, que “…Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.



En base a este precepto, el precandidato panista a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero, dijo que con 6 mil pesos al mes, algo así como 1,500.00 pesos por semana, un trabajador mexicano puede adquirir casa y auto a crédito y además pagar la colegiatura de sus hijos en escuelas privadas. Y conste, 6 mil pesos mensuales equivalen a 100.30 días de salario mínimo, o sea a razón de 25 días de salario por semana. Casi 4 veces más.



Y todavía, no obstante los salarios de hambre, presumimos en el mundo, de democráticos, de tener un país con una enorme fortaleza económica, que soporta turbulencias que sacuden a las potencias mundiales y que a nosotros nos hacen “lo que el viento a Juárez”. Ya basta de simulaciones. Ya basta de sacrificios. Ya basta de latrocinios. Los mexicanos merecen mejores condiciones de vida. Con los salarios que perciben, no viven, sobreviven de milagro.



Con tales ingresos por realizar actividades lícitas, es prácticamente imposible evitar que los mexicanos se dediquen a cometer ilícitos. Si siendo honestos, requieren laborar una hora, realizando enormes esfuerzos, para percibir tan solo 7.18 pesos, en la deshonestidad, con el mínimo de esfuerzos, perciben eso y mucho más.



No se necesita ser un genio para conocer las causas de nuestra problemática socioeconómica. Si se pretende reencauzar a los mexicanos, por el camino del bien, lo primero que debe hacerse es retribuirles sus esfuerzos, con salarios dignos, para que se cumplan las expectativas constitucionales, que en las condiciones actuales son mera falacia.



gil_lavenants@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario