viernes, 17 de febrero de 2012

En Cicuta: Edgar Fernández Bustamante y Antonio Cano

Por Jaime Flores Martínez
Martirio: Atrapado entre las lisonjas de sus incondicionales y las odiosas responsabilidades derivadas de su encargo, el alcalde de Tijuana Carlos Bustamante no se da tiempo para conocer la maraña de irregularidades que envuelven la Consejería Jurídica del Ayuntamiento, cuya cabeza visible es el abogado Edgar Fernández Bustamante.


Y aunque este funcionario tenga un amargo sabor de boca al saberse descobijado, la sociedad debe saber qué clase de tipo ventila los procesos jurídicos del gobierno local.

El año pasado Cicuta se refirió a la indignación de los jueces municipales al tener que entregar 7 mil pesos de su salario por concepto de “cooperación voluntaria” para engordar los bolsillos de Fernández . Aunque el columnista omitió referirse al tema, sépase que Fernández organizó a sus incondicionales para desmentir lo publicado. Sus vasallos gritaron consignas contra el escribiente a quien ubicaron como difamador. Edgar Fernández hizo alharaca frente al alcalde.

Un asiduo lector reseña un encuentro entre un funcionario federal y un ciudadano que solicitaba trabajo.- Es usted honesto?, preguntó el funcionario. - !Si señor, soy honesto! ¿ De verdad, es usted honesto, honesto, honesto?, insistió. -No señor, respondió de inmediato, soy honesto, solo una vez.

De regreso al tema el alcalde debe saber que, intermitentemente, su consejero jurídico abandona si centro de trabajo para viajar a Sacramento, California, quien sabe a qué demonios. Otras veces sale de Tijuana para irse a México para cumplir encargos de Jorge Hank Rhon. Al menos eso adice a sus empleados. En su viaje más reciente no tuvo empacho en decir que se iba al cumpleaños de Hank en el Estado de México.

Por si acaso le interesa al alcalde, el señor Fernández siempre viaja acompañado de alguna de sus asistentes. Claro que el pueblo paga todo, incluidas las comilonas y las borracheras en un restaurante de comida argentina ubicado en la Zona del Rio, muy cerca del Mercado Hidalgo.

El alcalde tampoco sabe que la joven Gabriela Roldan, su secretaria particular, cobra como juez municipal. Sus responsabilidades como secretaria descansan en sus asistentes Aida Alvarado y Said Lara. Por eso tiene tanto tiempo libre. Ricardo Macedo es -según algunos empleados- el encargado de realizar algunos "trabajitos" para Edgar Fernández.

Los mismos empleados revelan que últimamente su jefe sostiene una estrecha amistad con el coordinador de asesores del gobierno municipal Antonio Cano Jiménez, quien por cierto ya no saluda a quienes sostienen una relación amistosa con Cicuta. Cano se voltea para otro lado y escupe por el colmillo en señal de desprecio.

Cierto que Edgar Fernández y Antonio Cano no se han visto tomados de la mano, aunque las versiones coinciden sobre su reciente compadrazgo. Quienes están obligados a soportar los desplantes de Fernández Bustamante, afirman que este funcionario se mofa de su jefe directo Alcide Roberto Beltrones Rivera, actual secretario general de gobierno.

A finales de julio de año pasado, los asistentes a una reunión en la residencia de Miguel Ángel Badiola, se sorprendieron al observar que Edgar Fernández esquivo saludar a este columnista por lo publicado semanas atrás. El abogado vio a Cicuta y de plano le saco la vuelta. El detalle provocó que varios asistentes arquearan las cejas en señal de sorpresa.

Cicuta debe reconocer que desde esa fecha un desesperante insomnio se apodera de su noche y la intranquilidad lo invaden. Mire que padecer la indiferencia de Fernández Bustamante es algo que nadie desea, mucho menos su yerno Emmanuel Osorio, un abogado con tamaño talento que logro desplazar del área penal de la Consejería Jurídica al prestigiado jurista Oscar Euzkariatza. Tampoco soportarían su indiferencia ninguna de las dos jovencitas que laboran en el Registro Civil en la Delegación San Antonio de los Buenos y en el Programa Mi Crédito. No, de ninguna manera, esa indiferencia seria un martirio. Léase los empleados.

Ruidos

Muchísimo ruido provoco el texto publicado el miércoles pasado, donde se reveló el contenido de una carta entregada al Sistema Educativo Estatal (SEE). Una madre de familia denunció al profesor Ricardo Luna Castillo por comportamiento impropio sobre su hija de apenas 12 anos.

El maestro Luna externo sus perversiones sobre esta adolescente frente a un grupo de estudiantes. La señora afirma que no es la primera vez que este maestro lanza frases con alto contenido sexual, pues incluso ha "recomendado" a sus alumnas páginas de internet con contenido pornográfico.

Además de la queja 363 que ese día abrió la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y la suspensión del maestro Luna ( ordenada por el secretario de educación), varios lectores de Cicuta repudiaron este tipo de comportamientos. Un asiduo lector recuerda que apenas el mes pasado fue suspendido de su labor el maestro de primaria Mark Henry Berndt, quien gozaba de una impecable reputación.

El maestro de la escuela Miramontes del sur de Los Ángeles vendaba los ojos de los niños para que identificaran el sabor de la sustancia que contenía una cucharita. El pervertido maestro les daba a beber su semen y además los fotografiaba. El maestro manipulaba a los alumnos al decir que se trataba de un juego. Y aunque ese caso ocurrió en la ciudad de Los Ángeles, los números revelan que en México existen muchos maestros enfermos de perversión sin reparo de la autoridad educativa. Cualquier asunto de este tipo denúncielo directamente ante el secretario de educación de Baja California Javier Santillán Pérez: jsantillan@baja.gob.mx y envíe copia a cicuta45@gmail.com

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