martes, 5 de febrero de 2013

BC, la batalla que viene

* SIN PUNTO Y COMA
Por Vladimir Galeana Solórzano

Hace seis años Guadalupe Osuna Millán le ganó la gubernatura de Baja California a Jorge Hank Rohn, e hizo que su partido presentara una denuncia penal contra los integrantes del Consejo Estatal Electoral para mantenerlos como rehenes de su proyecto político.

La realidad es que fue una lucha entre malosos, pues mientras la guardia personal del candidato tricolor amedrentaba a los medios, desde la estructura gubernamental se operaba en favor del ahora gobernador.
A seis años de distancia las cosas parecen complicadas para un panismo disminuido, y un gobernador que no las trae todas consigo desde que Felipe Calderón tuviera la ocurrencia de hacer Secretario de Gobernación a José Francisco Blake Mora, con lo que el proyecto político blanquiazul quedó trunco.
César Camacho envió como Delegado a Baja California al veracruzano Héctor Yunes Landa en sustitución del Efrén Leyva Acevedo, una de las reminiscencias del paredismo.
Yunes está considerado como uno de los mejores operadores electorales de su partido, lo que ha causado una gran preocupación a los blanquiazules ya que su labor en Baja California será determinante para sus aspiraciones por la candidatura del PRI al Gobierno de Veracruz en las elecciones del 2016.
Tanta preocupación ha causado, que el Secretario General de Gobierno, Francisco Antonio García Burgos, giró instrucciones al Director de Gobierno, Jesús Antonio López, para que hagan un seguimiento preciso de las actividades del nuevo Delegado del CEN del PRI.
La disputa por la gubernatura se antoja difícil pese a que según los últimos sondeos realizados por el Comité Nacional del PAN, los tricolores llevan una cómoda ventaja de entre diez y doce puntos, por lo que resulta previsible que se endurezcan las acciones gubernamentales para evitar una sorpresa.
Osuna Millán sabe que su gobierno no es bien percibido por los bajacalifornianos, pero también sabe utilizar la parte dura de las instituciones policiales para restar fuerzas a los adversarios. De ahí al monitoreo permanente sobre Yunes y la vigilancia estricta de las actividades de los Consejeros Electorales.
El problema de los tricolores está en quienes aspiran a la candidatura. Hasta ahora han manifestado su intención de contender el Diputado Fernando Castro Trenti, y el empresario y casinero Jorge Hank Rohn.
Pese a que perdió hace seis años, Hank está empecinado en convertirse en gobernador, y lo previsible es que vuelva a perder por su negro historial. Hank se siente con derechos dinásticos porque procede del mismo grupo político del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, pero sus antecedentes poco claros en la edificación de su fortuna serán un blanco fácil para su adversario.
Castro Trenti es el mejor posicionado y seguramente arrebatará al panismo una gubernatura que no pierde desde hace casi veinticuatro años. Por el lado blanquiazul solamente se observa a Héctor Osuna Jaime y Francisco Kiko Vega de la Madrid. Hasta ahora los tricolores marchan con el viento a su favor, pero una mala decisión los puede dejar en el camino. Al tiempo.

vladimir.galeana@gmail.com

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