lunes, 28 de octubre de 2013

Cicuta: Ramón Torres Mosqueda, Martín Plascencia Ávila

Por Jaime Flores
Asco: Acostumbrado a salirse con la suya, el empresario transportista Ramón Torres Mosqueda mantiene hipnotizados a los socios de la empresa UNTIMA, al afirmar que en los próximos días el gobierno de Tijuana aceptará su millonario soborno y con ello les cumplirá sus caprichitos.
Don Ramón les ha dicho a los socios de esa línea de transporte que difícilmente los funcionarios salientes son incapaces de repeler un soborno.

Y es que el último día de noviembre concluirá el gobierno del priísta Carlos Bustamante Anchondo, situación que se traduce en una extraordinaria oportunidad para que la empresa Unión de Transportistas Independientes Mariano Matamoros (UNTIMA)  consiga la ampliación de la ruta que ocupa, además de la autorización para acrecentar su parque vehicular y el permiso para la operación de un centenar de taxis.

Con su acostumbrada suficiencia y su actitud insolente, don Ramón Torres asegura que el secretario general de gobierno Obed Silva Sánchez acabará por aceptar su millonaria oferta. Don Ramón dice que “no hay funcionario que  se atreva a rechazar una jugosa dádiva” en la recta final de la administración. Según Torres la inminente autorización aUNTIMA se dará =como máximo= una semana antes de concluir la gestión de Bustamante.

Y aunque Cicuta omitió ofrecer detalles sobre el dicho de Torres, a mediados de semana el escribiente conversó con Obed Silva sobre las posibilidades reales de esta empresa transportista. Según el funcionario "no hay manera de autorizar sus peticiones".

Sin entrar en detalles, Silva  estima que este consorcio transportista no cumple con las medidas técnicas necesarias para conseguir esas autorizaciones. Además de sus conflictos internos, esos empresarios del transporte requieren realizar inversiones importantes para mejorar el servicio.

Lo destacable del encuentro es que Silva no le ofrece a UNTIMA una sola posibilidad de salirse con la suya. A principios de mes Cicuta se refirió al conflicto que viven al interior de esa empresa donde se disputan la presidencia del Consejo de Administración. Luis Felipe López Coronado y Mario Alberto Caro Ortega se pelean por el liderazgo

Caro Ortega habría sobornado el consejero jurídico del gobierno municipal Roberto Ordorica con 50 mil dólares a cambio de su respaldo, apoyo y reconocimiento. También se hizo referencia a la salomónica determinación que tomó el alcalde de Tijuana Carlos Bustamante al partir por mitad el parque vehicular de esa empresa. Cada uno de los contendientes se quedó con 22 autobuses.

En medio de este conflicto sobresale la figura del señor Ramón Torres Mosqueda, quien echa mano de sus influencias para manipular a los enfrentados socios. Torres se enorgullece de su relación con Los ex alcaldes panistas de Tijuana Jorge Ramos Hernández y Jesús González Reyes.



Justamente en el trienio de Ramos, empresa UNTIMA pasó su mejor momento, aunque al paso de los años los conflictos internos llegaron a darle al traste a un consorcio que apuntaba hacia el cielo.

El asunto ahora es que don Ramón intenta mantener su liderazgo al subrayar su capacidad y audacia para sobornar a funcionarios de primer nivel en la recta final de la administración municipal. Torres Mosqueda apuesta sus fichas en el rabo de un gobierno que reiteradamente le negó la posibilidad de crecimiento.

Si el Secretario General de gobierno Obed Silva Sánchez intentó maquillar un eventual acuerdo con Ramón Torres, lo único que podría quedar en claro es que Ramón Torres tuvo razón al afirmar que el soborno funcionó. Torres dice que sí, Silva dice que no.

Nacarando                  

Detractores del secretario general del Sindicato de Burócratas de Tijuana Martín Plascencia Ávila, repudian su intención de imponer como su relevo a Adalberto Ortega. El cambio en la dirigencia de burócratas será en febrero próximo.

A través de las redes sociales, los críticos de Plascencia envían la imagen donde su actual dirigente muestra su mejor sonrisa para promover a su delfín Adal Ortega, quien aparentemente ya utilizó 400 mil pesos de las arcas de los burócratas en actividades de su precampaña.

No sólo los detractores de Plascencia destacan el radical cambio de actitud de un personaje que alcanzó la cumbre sindical por su actitud conservadora y sencilla. Desde qué arribó a la silla, don Martín viste ropa cara, come en restaurantes de lujo, tiene dos choferes, viaja en una Hummer y por supuesto no trabaja.

En una siguiente entrega Cicuta ofrecerá la cifra de “basificaciones” que Plascencia cedió a incondicionales del actual alcalde Carlos Bustamante. El próximo presidente municipal Jorge Astiazaran Orci se las verá prietas con Plascencia, pues este último es regidor electo. Cariñosamente algunos críticos de Plascencia echan mano de su creatividad al ubicarlo como un "naco refinado".

Cicuta.com.mx   twitter:@cicutajaime

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