lunes, 24 de marzo de 2014

COLOSIO: “La efemérides prohibida”‏

Por Miguel Rojas Salazar
No existe hasta hoy la verdad completa del  magnicidio de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en Lomas Taurinas de Tijuana el 23 de marzo de 1994, hoy como hace 20 años, el próximo año  como hace 21 años  y un lustro, una década o una   “era” después, las versiones solo formaran un rompecabezas  próximas a armar hasta la última pieza, otras crearan mito y unas  más escepticismo sobre  historiadores, escritores  y bibliógrafos.


Empero, dentro de todos los contextos  analíticos el complot creencia  “populli”  bajo  juzgamiento “al estado” mantendrá perpetuidad   simultánea   sobre el asesino solitario, el “montaje “perfecto a una obra perversa que diluyó  investigaciones, desvió “pruebas” y sembró expedientes, contrato exprofeso  para lo que sirvieron las Fiscalías especiales  sin excepción, una extensión  seriada para “sepultar” evidencias.

Confieso que  he hablado y  creí no hacerlo desde que  frustraron  la publicación de un libro inédito de hechos sobre el suceso, igual que fui “invitado “a callar y que la “prueba” para que no publicara un ano después de los sucesos  en  Lomas  taurinas entrevistas, datos,  e investigaciones.

Eran “pistas” que aún no empolvaba el tiempo, que las hemerotecas no se atrevían a guardar que la crestomatía menos  y que la continuidad del sexenio y la transpolítica Priista amenazaba a quien osara extralimitar esa “línea” intocable…

Derrumbes de la prehistoria hacia el año 200 con el “triunfo” de Vicente Fox, hicieron posible tratar de exhibir invaluables  piezas  de  coleccionistas  de datos, ir mas allá de lo común permisible y sumarse a un “cambio” que liberaba la maldición de “Colosio: la efemérides prohibida”.

El cambio con el PAN en “ Los Pinos”  fue en reversa, pero si tradujo claves extras del episodio efemerídico.

 Dos décadas después  del Crimen de estado, hay líneas nuevas solo en los medios de comunicación, hablan los mudos, los  tartamudos  corrigieron su estado, los magnates de los periódicos ya no están,   el “pie” de los siniestros complotistas desapareció, la pestilente “cloaca” fue erosionada, el tiempo igual que inexorable convierte en inexorable el pasado en su memoria, aunque se condene al olvido.

La conspiración es un tabú o mito según  la tinta, el medio,  el escritor y la editorial con que se lea.

Pasa por mi mente igual que la de otros periodistas  Bajacalifornianos  una serie remota retrospectiva y seriada de detalles que son incapaces de ser pruebas aunque lo demuestren sus partes de manera inquebrantable.

Cuando los  “enviados especiales”  y las corresponsalías  de los Defeños Diarios, “desaparecen” del escenario a donde fueron enviados, estaban unánimemente en san Diego de “compras” testigos como Ferrer, desde Mexicali otros   medios, “vacíos” preguntándose mil veces sin contestarse una sola, igual en la propia Tijuana, Jaime Miranda, como sucedió, quien o quienes fueron, los autores intelectuales  y bajo incredulidad el autor material, nosotros coincidíamos en el silencio.

Aun mi espíritu  escepticista no concibe que los corresponsales y enviados especiales a Tijuana, fueron “ingenuamente”  atraídos por la fiesta de “shopping “en San Diego.

Detrás escapa un hilo de duda creciente más  allá de la propia sombra en que se convierte el tiempo.

Creo que recibieron  exageradas “regalías” de la coordinación de medios de la  Presidencia para “usarlos” sabiendo o desconociendo como válvulas de escape, conociendo que son los periodistas Capitalinos los más profundos y convincentes cuando no son  “apalabrados” síntoma contrario a la prensa “provinciana”.

De este dato emergen las plumas de los Tijuanenses Dora Elena Cortez y Manuel Cordero para alcanzar el premio Nacional desde su contrastante nota  “Dos Aburtos” en Lomas Taurinas, de ahí se desprendió la Teoría de la conspiración a la que el Estado arrebato técnica y elementalmente  actuando como “juez y parte”.

Un ano después  el  “tutor “de esta columna escribe un Libro , la presentación previamente autorizada en el Centro Cultural Tijuana CECUT,  el día de la cita intempestivamente es cancelada por “órdenes superiores”.

Ya con invitados y como presentadores de mi inédita edición decidí ir a “La fogata “restaurante vecino del CECUT, ahí estaban Víctor Clarck Alfaro, Director del centro Binacional de Derechos Humanos,  el Profesor e historiador,  Mario Ortiz Villacorta y el no menos distinguido maestro Oscar Genel .

A la misma hora, en Rosarito se creó un hecho significativo: Una matanza y un incendio, suficientemente “a trayente “para que la prensa  “justificara” su presencia ahí y la ausencia en la presentación del Libro…

A más  preguntas  menos  respuestas  a mayor lejanía de los hechos  menos  huellas y más  escatopedia…



AL SILENCIO…  Los políticos inexistentes en ese episodio hoy  cuelgan sus imágenes para el escaparate  periodístico, antes  que  convocar su justicia…

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