lunes, 23 de junio de 2014

Cicuta: El senador petista Marco Antonio Blásquez Salinas

Por Jaime Flores Martínez
Blásquez: Dedicado a intentar fastidiarle la vida a sus críticos, el senador petista Marco Antonio Blásquez Salinas sólo demuestra una incomprensible miopía y una estupidez absoluta. Si Blásquez suspira por ser candidato a la gubernatura de Baja California, no se entiende porqué alimenta el repudio de sus detractores.

Es del conocimiento público que el senador Blásquez busca por todos lados conseguir una concesión radiofónica para explotarla al concluir su periodo en el Senado.
Al saberse primero comunicador y luego político, este hombre sabe el extraordinario negocio que significa tener una frecuencia radiofónica y o televisiva. Por eso intenta convertirse en protagonista durante la actual discusión de la ley Federal de telecomunicaciones.
Marco Blásquez ha contactado con los empresarios radiofónicos más importantes del país, a quienes les ha pedido la censura de sus críticos. Marco no tolera que lo cuestionen y le recuerden las majaderías que externaba contra los gobernantes.
Quiere que los periodistas lo elogien por existir y permitirles respirar el aire que el respira. Quien se resiste a servirle de tapete, corre el riesgo de enfrentar la furia de un sujeto que siente que trae a Dios de las orejas.
Tal como lo hizo en la discusión por la reforma fiscal, Marco Blásquez está dispuesto a jugársela con el mejor postor para su beneficio.
Si bien su abstención en la votación por la reforma fiscal provocó que la mayoría de los bajacalifornianos vomitaran ante su presencia, a este hombre parece importarle un pito la percepción que tiene la sociedad sobre él. Siente que el mundo no lo merece e intenta convencer a un ejército de retrasados mentales del privilegio que tendrían al designarlo su candidato y luego su gobernante.
Desde los tiempos en que Blásquez conducía un interminable programa de televisión, donde aprovechaba el tiempo para insultar y denostar a sus críticos, algunos de ellos por motivos eminentemente sentimentales y otros por cuestiones económicas, el señor Blásquez sabe de la importancia de contar con la concesión de un medio de comunicación. Él sabe que su espacio en el Senado se fraguó precisamente por su labor frente a los micrófonos y en la cámara de televisión.
Si como peón de ese medio de comunicación logró alcanzar una curul en el Senado de la República, él sabe que convertirse en un concesionario es tanto como obtener un poder absoluto que le permitirá abrirse paso rumbo a la candidatura por el gobierno de Baja California. Aunque en este momento nadie apostaría un centavo por el señor Blásquez como candidato, el actual senador le apuesta a la falta memoria de los bajacalifornianos.
En su intento por proyectar su inexistente madurez política, Blásquez sonríe ante los insultos de muchos ciudadanos que lo acusan de traidor y lo tachan de rata.
Al trascender que Andrés Manuel López obrador repudia la desmedida ambición de Blásquez, este último parece dedicado a convencer a la gente de su estrecha relación con AMLO.
Blásquez busca convencer a López Obrador de la posibilidad que tiene de convertirse en candidato por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la próxima elección por la gubernatura.
El asunto es que este hombre ha recurrido a la presión política para controlar a sus críticos mediáticos y con ello se traga sus propias palabras: no se vale chantajear para acallar las voces críticas.
Badiola
Emocionado hasta las lágrimas, porque su hijo Marco Antonio salió del estado de coma que lo mantuvo inerte por tres meses, don Bernabé Contreras agradeció al creador por otorgarle los medios para apaciguar tan terrible dolor.
A sus 37 años, Marco Antonio sobrevive ahora con un respirador artificial, pues desde que fue atropellado en la Avenida Internacional de Tijuana entró en estado de coma. Los médicos le diagnosticaron un gravísimo daño cerebral además de las innumerables lesiones corporales.
Luego de casi tres meses de padecer un auténtico viacrucis, el padre de Marco testificó que un abrazo y un beso de Irma Badiola, secretaria técnica de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), hicieron reaccionar a un migrante que hasta ese momento se encontraba en la antesala de la muerte.
La señora Badiola maniobró para que el viernes por la tarde una ambulancia particular trasladara a Marco a San Luis Río Colorado Sonora, en su ruta hasta Escuinapa Sinaloa, su lugar de origen.
Marco vivió la última década al lado de su madre en el Pedregal de Santa Julia de Tijuana, aunque al enterarse del accidente de su hijo la señora murió de un infarto.
Este hombre pasó los últimos tres meses en urgencias del Hospital General de Tijuana, donde por cierto "comenzó a estorbar".
Su estado inerte y las necesidades del nosocomio hicieron crisis y la decisión era echarlo de ahí. Irma Badiola recurrió al apoyo del secretario de salud Miguel Osuna, para retrasar su salida hasta el momento del traslado.
A decir de la señora Badiola, el procurador de derechos humanos Arnulfo de León Lavenant la comisionó para resolver un asunto que lucia complicadísimo.
La dama toco puertas, movió sentimientos, pidió apoyos, aceleró trámites, aprovechó influencias y resolvió un tema profundamente humanitario. Mire que servir de coincidencia al momento que un enfermo sale del coma tiene su mérito. Don Bernabé fue testigo de un milagro disfrazado de momento harto emotivo. El llanto brotó espontáneo entre los presentes al observar como Marco Antonio despertaba.
Atrapados entre asuntos frívolos alejados de sentimientos auténticos, los seres humanos no reparamos en historias desgarradoras que desnudan una realidad lascerante. Aún en estos tiempos existen seres humanos que viven tragedias desgarradoras, aunque también emergen los seres de luz que muestran toda su generosidad.
Cicuta.com.mx
Twitter: @jaimecicuta

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