sábado, 3 de enero de 2015

VIDEO-AUDIO: Palco de Prensa: De piel sensible (El alcalde ensenadense Gilberto Hirata Chico)

Por Gilberto Lavenant
No se sabe, si por cuestiones genéticas, o simplemente como uno de los principales trastornos psicológicos que provoca el poder en los individuos, la mayoría de los políticos mexicanos son intolerantes. De piel sensible, pues.

Como simples ciudadanos, pueden ser individuos sencillos, atentos, gentiles. Pero apenas llegan al poder, se tansforman. Seguramente se sienten como reyecillos o emperadores, que quisieran que nadie los contradiga. Que a su paso, los demás inclinen la cabeza, porque nadie tiene derecho a mirarlos de frente.
Irónicamente, para ser un buen político, se requiere una gran capacidad de tolerancia. Sobre todo, si se desempeña un cargo público.
En días pasados, ocurrió un incidente, en el puerto de Ensenada, donde quedó de manifiesto que el alcalde ensenadense, Gilberto Hirata Chico, es un pésimo político, precisamente porque es soberbio e intolerante.
Resulta que el joven Julio Alan García Muñoz, priísta, representante de la Red Jóvenes por México, publicó en su página de facebook, que estalló una llanta de su automóvil, al caer en un bache.
Además de manifestar su malestar, por dicho incidente, cuestionó que cómo era posible que hubiera tanto bache, que ojalá consiguieran mejor asfalto para el 2015. A la vez hizo un llamado a los funcionarios municipales, para que pensaran en grande -slogan de Hirata Chico en su campaña-, advirtiendo que grande les había quedado el saco, para atender la reparación de las vialidades.
Esto, enfureció al alcalde ensenadense, Hirata Chico, quien de inmediato se comunicó con el joven priísta, para recriminarle por dicho señalamiento. Le dijo que él, como alcalde, no ponía los baches y en especial le advirtió que como priísta no debía criticar a la administración municipal encabezada por un priísta.
Sin duda, la molestia del alcalde, fue mayor, porque el joven crítico, miembro de su partido, no se sometió ante el reclamo del jefe de la comuna, sobre todo, porque Hirata le dijo que ya estaba cansado de críticos que no colaboraban en nada para resolver la problemática social.
Las cosas no habrían pasado a mayores, pero Julio Alan, grabó la conversación y la subió a las redes sociales, de tal forma que Hirata no pudo distorsionar lo ocurrido y quedó exhibido como intolerante.
El incidente en mención, es interesante, por varios aspectos. Para empezar, los protagonistas, son priístas. Uno, alcalde de Ensenada. El otro, dirigente de las juventudes priístas porteñas.
El punto de partida de todo esto, fue el incidente ocasionado por un bache. Y aunque Hirata advirtió que no lo puso él, su molestia por el señalamiento lo llevó a ser exhibido como intolerante y por lo tanto como pésimo político.
Evidentemente, el alcalde, no quisiera que nadie hablara mal de su administración. Ni siquiera porque no ha sido capaz de tapar los baches que proliferan en las vialidades del puerto. Lo que no se puede omitir o ignorar, pues están a la vista de todos y son tantos, que es prácticamente imposible evitar caer en ellos.
Obviamente, la crítica sacó a Hirata, de sus casillas. En especial, porque el crítico forma parte de la dirigencia de su partido. Como si la filiación partidista fuese bastante para ignorar las fallas de su administración.
Si hubiese tenido al menos un poco de madurez política, le hubiese felicitado por la crítica, pero además lo hubiese invitado para que le indicara la ubicación precisa del malvado hoyanco, y exhortarlo para que lo acompañara a taparlo.
Pero el “reyecito” municipal, estalló iracundo, por el señalamiento y demostró que no es el político que muchos piensan o se imaginan. Hoy se puede decir que Hirata Chico, que es tan pequeño como lo indica su apellido.
Hay priístas, que hasta antes del incidente con Julio Alan, afirmaban que Hirata tenía espolones para enfrentar mayores retos, al concluir su gestión municipal. Casi lo miraban investido como candidato a gobernador. Hoy, están verdaderamente decepcionados. Reconocen que después de la Alcaldía ensenadense, sería difícil, casi imposible, que pudiese aspirar a alguna posición de mayor relevancia. Que está visto, que es un simple político ranchero.
Algo lamentable para el priísmo bajacaliforniano, que, evidentemente, carece de capital político, para futuras contiendas electorales. Porque, si Hirata está chico, ¿cómo estarán los demás?
Abundando sobre el incidente del bache, el jóven crítico de Hirata Chico, no es precisamente un desconocido. Es hijo de Julio Felipe García Castañeda, viejo líder crocista en la entidad y hermano de Julio Felipe García Muñoz, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor, exlegislador local, castrotrentista y uno de los más fuertes aspirantes a la alcaldía de Ensenada, cuando el intolerante de esta historia, concluya su gestión.
Julio Alan, es el mismo que encabezó un movimiento de protesta, a fines de noviembre pasado, acusando a la diputada Miriam Ayón, de tratar de imponer, en la estructura de Red de Jóvenes por México, a dos jóvenes que ni priístas eran. O sea, no es ningún desconocido, ni mucho menos un enemigo chico, como ha de imaginar Hirata Chico. El político de piel sensible.
gil_lavenants@hotmail.com


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