domingo, 31 de mayo de 2015

Palco de Prensa: Verdades a medias

Por Gilberto Lavenant
Este fin de semana, el columnista recibió, vía correo electrónico, de parte de uno de los lectores, una interesante y amplia reflexión respecto a la verdad. “Verdades a medias” le llama.

Entre otras cosas, señala que : “La verdad es incierta, manipulable, a medias y muchas veces disfrazada y quien sabe cuánto más”.
“No cabe duda –dice- que en los últimos días, comunicar un acontecimiento, de algo o sobre alguien, es muy difícil, y que al momento de transmitirlo, representa todo un reto, debido a que para obtener certeza de la realidad de los acontecimientos o de una noticia, no hay certeza plena, pasa por tantas manos y como el juego del teléfono descompuesto, al final lo que se transmite es otra cosa que lo que pasó en verdad al inicio”.
Comenta, que en lo últimos meses, es un hecho notorio, que “una de las maneras por medio de la cual la población ha logrado ver lo crudo de los acontecimientos que suceden dentro, de su comunidad y de su descomposición social, muchas veces ha sido por grabaciones de teléfonos inteligentes y tabletas, los cuales al ser subidos en alguna red social o canal de internet, nos han dejado ver, sin duda alguna, que este mundo está de cabeza, pero sobre todo que no todas las noticias importantes se transmiten tal y como debe de ser”.
Hace hincapié, en que “muchos jóvenes han expuesto, la vida real de una ciudad y su entorno, sin tapujos y sin miedo”.
Luego observa : “Tal vez hemos visto que se presentan casos dentro de los medios de televisión, periódicos y radio, sobre la manipulación de noticias relevantes en nuestro alrededor, tratando de ocultar la verdad sobre las cosas, llámense actos de corrupción u cualquier otro que sea trascendente, cualquier noticia relevante”.
Más adelante subraya, que : “Si les cuestionaran sobre el tema, pudieran ellos argumentar mucho, sin embargo no se puede pasar por desapercibido que muchas veces lo hacen para “no dañar la imagen pública” de una comunidad y así que se afecten intereses económicos, asi como no colapsar la promoción turística”.
Plantea, que tal vez se manipula la verdad, o se maneja a medias, “para que no se espanten inversionistas y turistas que arriban y que dudarían en llegar al ver una imagen pésima de una población, donde el control no existe, donde las leyes son pisoteadas por los mismas autoridades, donde el delincuente gobierna al ciudadano y donde el mismo delincuente con mano en cintura pone a bajos y altos mandos en sus condiciones y comiendo de su mano”.
Es de reconocerse, que haya quien lea, y se preocupe por saber si lo que lee, es la verdad, o simplemente verdades a medias.Porque cada día, son menos, las personas que leen. Deben saber, que es desagradable y preocupante, reconocer que, no obstante que el ejercicio periodístico, es arduo y arriesgado, pocos lo valoran y la mayoría lo descalifica, con una frivolidad o facilidad extrema.
Hay quienes, descarada o sin rubor alguno, e incluso jactanciosamente, señalan que no leen medios periodísticos, porque no dicen la verdad.Y ocurre, que nunca se enteran de lo que pasa en su comunidad. Ni siquiera a medias.
Quienes manejan esa postura, generalmente se orientan o guian, en base a especulaciones, chismes o rumores. Lo reconoce e incluso hace referencia al fenómeno del “teléfono descompuesto”, en el que una parte dice o comunica algo, y la otra parece esuchar o recibir otra totalmente distinta, lo que hace que al final de la cadena de comunicación, la información transmitida es ajena a la de su origen.
Más adelante, plantea el surgimiento de otro fenómeno informativo, propiciado por los adelantos tecnolólogicos, cuando la sociedad se entera de los problemas de la descomposición social, por fotografías, videos o audios, logrados principlmente por jóvenes, que de inmediato los suben a las redes.
La discusión, en cuanto al alcance y certeza de la verdad, y la posibilidad o factibilidad de su distorsión, es enorme. Porque, lamentablemente, hasta quienes se dedican al ejercicio cotidiano del periodismo, enfrentan serias dificultades, para aclarar e identificar qué es verdad, y que es mentira o una simple simulación.
Muchas de las informaciones que circulan en las redes sociales, son falsas, maquilladas o editadas. Por ejemplo, constantemente “matan” a personajes diversos. A “botepronto”, sorprenden a cualquiera. Hay que ser cautos, para no caer en el engaño o burla.
Los hay, quienes una noticia “truqueada”, no tratan de cersionrarse si es verdad o mentira. Simplemente la toman como tal. Esas personas, viven fuera de la realidad.
El problema es cuando se magnifican o exageran hechos. Cuando se hacen juicios a la ligera o se juzga a personajes diversos, en base a intereses políticos, económicos o religiosos. Y esas notas, generalmente falsas, van creciendo, a medida que avanzan. Como las bolas de nieve en una pendiente.
Una de las recomendaciones básicas, para cersiorarse de la autenticidad o certidumbre de una información, es observar quien la expresa o señala. La seriedad y calidad de quien la produce o transmite. Se le llama autoridad moral. Hay qué leer, para identificarlos. Mientras no lean, vivirán en un mundo falso, guiados por merolicos. De que los hay, los hay.
gil_lavenants@hotmail.com

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